¡Oh, bosques de columnas sobre el llanto
desierto!, ¿Que sois?. De vuestras coronas,
al haber traspasado los límites de aquellos
que respiran, por el humo de los dioses y su fuego
fuisteis despojadas ¡pero sentado ahora bajo
nubes (cada cual reposando en su propia
quietud), bajo robles hospitalarios, en la umbria
donde perecen los corzos, extrañas se me hacen
y mueren las almas venturosas
(versión de Nicolás Suscún)
1 Comments:
Grata sorpresa leerte. Volveré a menudo.
He leido a Cioran. De todas formas, lo retomaré, debo tener algún libro suyo por ahí.
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